El triste desenlace de Castronegro

Castronegro, aquel pueblo conocido por si tranquilidad y armonía, ha sido conquistado... Los lobos llegaron y el sino fue decidido, poco a poco las calles de Castronegro se volvían más desoladas, los aldeanos más paranoicos y las acusaciones más agresivas; incluso visitantes casuales fueron apaleados ante la más mínima sospecha. Atentos, pues este bardo les contará todo lo que aquel siniestro día aconteció.

La tragedia comenzó con la brutal muerte de un aldeano, señal lobuna de lo que estaba por llegar, tal fue la impresión que el pueblo, traicionado, masacró sin remordimientos a aquel pobre niño, que soñaba con los lobos, corriendo a su lado. Poco a poco, los lobos fueron destruyendo los pilares de la cordura y jugando con las débiles mentes humanas. La primera víctima fue la vidente, a la que se erradicó en cuanto hubo oportunidad, poco después le siguió el protector, desatando así el caos en el pueblo, al no tener a nadie que pudiera iluminar su destino.

Sabiendo que su muerte se aproximaba, el pueblo comenzó a rebelarse, no confiaban los unos en los otros, acusaban a aquellos con que habían compartido mesa y visto nacer a sus hijos. Los saludos y las sonrisas pasaron a ser escupitajos e insultos. Se acusó a aquellos aldeanos que intentaron evitar la muerte no saliendo de casa y a aquellos que, impotentes, dejaban a la suerte su supervivencia...

No fue sino con la última luz del quinto día, al ocaso, que aquellos vítreos y ojerosos ojos vieron por primera vez en mucho tiempo un atisbo de esperanza, ya que la bruja, con su último suspiro, fue capaz de hacer justicia y acabar con uno de los lobos. Gracias al descanso que esa noche implicó, los aldeanos pudieron ordenar las ideas, y atando cabos, se dieron cuenta de que uno de sus vecinos casualmente iba a dormirse antes que el resto puesto que "la luz lunar no le sentaba bien".

Con dos lobos fuera, los aldeanos ya saboreaban por primera vez en mucho tiempo lo que era la alegría, pero duró poco ya que fue en el septimo día cuando los lobos acabaron con el pueblo gracias a la increible actuación de uno de ellos, que jugó con las mentes de todos ellos recordándoles como les sujetaba el pelo en aquella berbena o como había que alimentar a las ovejas para que engordaran mejor.

Esos eventos se conocen ahora, lustros después, como la Semana de la Agonía, y se cuenta de padres a hijos como una leyenda, que se utiliza para explicar porqué tuvieron que abandonar aquellos aldeanos sus tierras, sin tan siquiera recoger sus pertenencias. Lo que ellos no saben, es que la leyenda no es un mito como ellos creen, y que aun ahora, siguen teniendo a algunos lobos como vecinos...

Obviamente esto ha sucedido porque tú no estabas aquí para ayudar al pueblo, seguro que si hubieras estado las cosas hubieran pasado de una forma distinta... No te preocupes, pues esto no acaba aquí, en Marzo continuaremos esta historia gracias a la maravillosa narración de la madre Sonia Navarrete, que nos ha mantenido espectantes en cada votación, sufriendo cada baja.

Castronegro se salvará, o está condenada a repetir un ciclo de muerte... ¡¡Prestad atención a los avisos para saber más y aportar tu granito de arena a la historia!!




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